viernes, 27 de abril de 2012

Nuestra primera crisis

Ayer fue un día raro. No sé si fue el hecho de hablar con él, la determinación con la que he iniciado esta fase de contacto cero o el haber abierto este blog. Pero no me sentí tan mal como en días anteriores. De hecho hasta me sentí bien.

Tengo que decir que en las semanas que han pasado desde que lo dejamos he tenido un montón de altibajos.

La primera semana me sentí relativamente bien. En verano nos había pasado algo similar y habíamos vuelto, así que di por hecho que esta vez me volvería a llamar diciendo que me echaba de menos.

Pongámonos en contexto. Este verano yo estaba en España, nos veíamos todos los días y ahí sí llevaba varias semanas con la sensación de que las cosas no funcionaban. Él estaba apagado, apenas teníamos relaciones sexuales (nunca le apetecía) y cualquier excusa era buena para poner una cara larga (por parte de ambos).

Una tarde en mi casa, después de varios días sin sexo, le propuse subir a la habitación. Su respuesta fue: "¿Para qué?".

No me lo podía creer. Me sentí humillado y le dije que mejor nos fuéramos a tomar algo. Una vez en el bar, fui directo: "Llevas mucho tiempo muy raro, si lo quieres dejar, ten la valentía de decírmelo claramente".

En efecto, lo quería dejar. En aquella ocasión, el pretexto fue que no éramos compatibles. Él no puede aguantar encerrado en casa, necesita hacer cosas constantemente y siempre tiene que estar en compañía de gente. Yo soy todo lo contrario, puedo pasarme un día, y dos, yo solo tirado en el sofá y sin hacer absolutamente nada.

Lo cierto es que él llevaba razón. Aunque yo me había propuesto seguir su ritmo, en aquel momento estaba en paro y tampoco tenía dinero para hacer muchos planes.

Así las cosas, a los dos días me llamó para ver qué tal estaba. Fue el típico tanteo.

Yo no fui del todo sincero, le dije que dentro de lo que cabía estaba bien y que no tenía ningún problema con ser su amigo. Pero en el fondo no estaba nada a gusto con aquella situación. Le echaba mucho de menos y me daba mucha pena terminar así una relación que, con muchos más momentos buenos que malos, había sido maravillosa. Él fue correcto, me dijo que también estaba bien y colgamos amistosamente.

A los dos minutos me vuelve a llamar. "No sé si hago bien diciéndote esto, pero te echo de menos".

Hacerme el duro había dado sus frutos. Con falsa reticencia, empecé diciéndole que no estaba muy seguro, que los dos tendríamos que cambiar muchas cosas y que el camino seguramente no iba a ser fácil. Pero la verdad es que yo quería volver, me moría de ganas de acabar con una situación que me parecía absurda y así terminé confesándoselo al poco rato. Además, solo habían pasado dos días desde que lo dejamos y ninguno de los dos parecía sentir esa pérdida de confianza en el otro que se empieza a experimentar al poco de romper una relación.

El caso es que renovamos nuestros votos, nos hicimos muchas promesas y seguimos adelante con ganas de volver a estar como en los primeros tiempos. Sin embargo, casi de inmediato empecé a notar esa espinita que a uno se le queda clavada cuando su pareja le ha dicho que no le quiere. Mi confianza en él nunca sería la misma.

Ahora echo la vista atrás y me pregunto: "¿Me habría vuelto a llamar si me hubiera visto hundido en la primera llamada?". Nunca lo sabré, pero basándome en lo ocurrido tras esta última ruptura, estoy convencido de que no. Seguramente habría sido lo mejor.

1 comentario:

  1. No es un misterio que te enamores y tengas dificultades en tu relación. Esto no es algo nuevo que ocurre solo en tu vida. Los problemas en el amor nacen todos los días por eso necesitamos saber cómo manejar nuestra relación con cuidado. Mi esposa me sorprendió engañando y me dejó enojado y durante los últimos 8 meses, he vivido con dolor en mi corazón, perdiendo a mi esposa así como así. La búsqueda de ayuda en todas partes para traer de vuelta a mi esposa no funcionó hasta que me encontré con un lector de amor y luz en Facebook que me dirigió a Lord Zakuza a través de WhatsApp al +17405739483 y conocí a Lord Zakuza. miseria para él y me dio su palabra de seguridad de que mi esposa volverá a mí dentro de las 24 horas. Seguí sus órdenes / instrucciones sobre cómo recuperar a mi esposa y pagué la suma de 420 euros para que Lord Zakuza comprara lo que se necesita para hacer el trabajo por mí. Tenía fe, creía y confiaba en Lord Zakuza y se aseguró de que mi mente estuviera en paz al traer a mi esposa con su poderoso hechizo dentro de las 24 horas, tal como dijo. Puede agregarlo en WhatsApp al +17405739483 o enviarle un correo electrónico a: doctorzakuzaspelltemple@hotmail.com para obtener asistencia de por vida si necesita su ayuda.

    ResponderEliminar